"'La esperanza no defrauda' (Rom 5, 5) afirmó de modo solemne el apóstol Pablo... quien también recordó que la predicación cristiana se centraba, escandalosamente, en un crucificado (cf. 1Cor 1, 17-25). Y, luego, que si ese crucificado no resucitó, vana sería nuestra fe y nuestra esperanza (cf. 1Cor 15, 14)".     Lejos de ofrecer respuestas simples, Moore nos invita a volver la mirada a Cristo como paradigma de humanidad. Es desde esa esperanza encarnada que redescubrimos el sentido último de nuestra fe. Desde una primera parte introductoria, pasando por un recorrido vital por la esperanza vivida de Jesús, hasta llegar a la contemplación de sus llagas glorificadas como signo para los más heridos, estas páginas nos ofrecen un camino espiritual y teológico que interpela tanto a creyentes como a buscadores de sentido.  Su autor es un reconocido teólogo a nivel nacional e internacional.  Ofrece una reflexión de la esperanza profundamente humana, madura y concreta, contemplando las llagas glorificadas de Jesús, es decir, desde el dolor que resucita. Hace un recorrido por la vida de Jesús y las heridas que sufrió. Invita a contemplar el dolor en las llagas de los hermanos y presenta a un Dios que no es indiferente, sino que está ahí compadeciéndose con ellos mientras espera de nosotros que sepamos asomarnos a esas llagas para, desde nuestro lugar, evitar ese dolor de los demás.