Cuántas veces hemos escuchado hablar de cambiar la mirada. ¿Pero cuántas, verdaderamente, nos cuestionamos acerca del "para qué"? ¿Con qué intención, con qué sentido?  Y, si somos afortunados (muy) y encontramos, en un viaje profundo hacia nuestro interior, el sentido de nuestros haceres, habremos conquistado el mundo de quienes nos rodean. Y, sin duda, nuestro propio mundo.  Porque no somos más que esa mirada atenta, que comienza teniendo un propósito cuando se detiene en algún otro, pero ?con el correr del tiempo? su verdadero propósito es el encuentro y transformación de y con nosotros mismos. Los ojos de Juana logra pincelar de una manera maravillosa el vínculo entre una nieta y su abuela. Posee un vocabulario cuidado y perteneciente al pequeño lector. Incluso quien alguna vez supo ser pequeño podrá evocar, sin duda, sus propios vínculos.  Esta historia nos sumerge en lo más remoto de las vivencias, de los sentires, o de los recuerdos, por qué no. Ver a través de? es, seguramente, una de las decisiones más importantes que la protagonista de esta obra ha tomado en los comienzos de su vida. Una decisión nacida desde lo más impensado de su inexperto, aunque inmenso corazón, que delineó su camino para siempre. Transitar cada idea elegida por la autora irá desplegando un abanico de sentimientos tan únicos como lectores se atrevan a vivir esta historia. Lectores que ya no tendrán la misma mirada al momento de dar vuelta la última página.