La riqueza faunística de la costa asturiana presenta un grado de diversidad muy amplio y, dentro de esta, las aves tienen un rango de importancia muy elevado. El clima benigno de nuestro litoral no sólo ha beneficiado al hombre en sus asentamientos, sino que también ha servido para que una inmensa variedad de especies migren a nuestras costas buscando refugio en estuarios, acantilados y marismas, que los protegen de los fríos que asolan el norte de Europa en los meses invernales. Los paisajes de nuestra costa aún tienen un grado de conservación muy elevado y presentan rincones bellísimos que iremos mostrando a través de las páginas de esta obra que, como todas las anteriores, no tiene más pretensión que ayudar a que se preserven en el tiempo. Asturias es tierra de mar y el hombre siempre ha vivido a su amparo? que siempre siga así.