Pocos fenómenos son tan impensables como el vacío. En este ensayo, Primavera Fisogni se esfuerza por explorar el vacío entre lo real y lo digital a través de la lente del Pensamiento General del Sistema. En su apasionante viaje a través de la fragilidad humana, la autora investiga aspectos de la condición existencial que pasa de "no sentirse en casa" en el mundo de la vida (Heidegger, Binswanger) y la falta de contacto con el entorno (Papa Francisco) a la desrealización y despersonalización en la psiquiatría. En las fronteras del marco existencial (desesperación, pereza) y las enfermedades mentales, el vacío se ha conceptualizado desde el principio de la civilización en términos de carencia y energía, como sostiene Fisogni en su análisis de los textos del Antiguo Egipto. Una cuestión abierta para la filosofía, que también implica el problema del mal, el vacío es una fuente de un conocimiento especial y opaco y una clave valiosa para el acceso al dominio digital. La autora pone de relieve el caso del hikikomori, la grave retraimiento social, mostrando cómo la pérdida del mundo fuera de línea se compensa con la experiencia en línea: un caso que demuestra que ha llegado el momento, para la metafísica, de pensar en una visión ontológica ampliada.